Dos razones simples por el #NO

Recién me preguntaron cuál era la «obra» municipal por la que voy a votar contra la revocatoria de Susana Villarán. Sé que me lo preguntaron en tono de cachita, esperando encontrar en mi respuesta, con prejuicio, rollos sobre ciudadanía, floros sobre la izquierda, adornos sobre los derechos, la epopeya contra la corrupción. Cuando me di cuenta que era con mala leche, ofrecí responder no con una, sino con dos «obras» municipales.

#NO es No a los malos negocios que destruyen Barrios Altos. En 2012 la Municipalidad de Lima clausuró y sancionó a los siete depósitos informales más grandes de Barrios Altos, los primeros de una serie de enormes construcciones ilegales a cuyos dueños la Municipalidad ha notificado a fin de cambiar las reglas de juego para la actividad que desarrollan, en la medida en que esta afecta a los vecinos y al espacio público. Estos malos negocios están afectando el derecho a la vivienda: sus promotores participan en compras tramposas de lote y pagan a delincuentes o a malos vecinos para hostigar a quienes se resisten a abandonar sus hogares, cuando no financian incendios, roturas de tuberías o directamente desalojos violentos, con el fin de hacerse de la mayor cantidad de espacio a buenos precios. Su actividad genera conflictos y deteriora el espacio público, además de producir problemas de movilidad a los peatones y caos vehicular, al ocupar las pistas y veredas con sus impertinentes faenas de descarga, pues se trata de una actividad que no respeta ningún horario.

junin 12

Al realizar estas clausuras y al notificar a los dueños de depósitos, la Municipalidad de Lima ha mostrado que está dispuesta a ordenar esta actividad y a proteger a sus vecinos y vecinas. La alcaldesa ha dicho que “no permitirá un depósito más en Barrios Altos”. Una revocatoria sólo debilita esta posición y fortalece a los malos empresarios y comerciantes que están destruyendo Barrios Altos y el Cercado y no quieren negociar con la alcaldesa otros términos para su inversión económica. Ellos se harán fuertes contra nosotros si revocan a la alcaldesa. Cuando digo nosotros no es un nosotros abstracto o defensor per se de las “causas justas”: me refiero a mi familia, barrioaltina como yo.

#NO es NO a la indiferencia frente a la tuberculosis. En 2012 se realizaron 30 mil pruebas gratuitas de detección de TBC en Hospitales de Solidaridad-SISOL. Los resultados de estas pruebas se entregaron en 24 horas y en caso de dar positivo, el SISOL se encargó de derivar los casos al Ministerio de Salud- MINSA, que a través de sus postas y centros está a cargo de dar tratamiento ambulatorio a los pacientes en sus zonas de residencia o trabajo. Cualquier persona que haya sufrido TBC, y con ella su familia, sabe lo importante que es contar con un diagnóstico rápido, además de buena orientación y un trato digno.

Lo importante de la iniciativa de esta gestión no es sólo que dio a 30 mil limeños la posibilidad de hacerse una prueba para descartar TBC, sino que se propuso que esta prueba sea válida para los servicios públicos de salud, es decir, que facultan al paciente a recibir tratamiento, sin tener que hacerse otra vez la misma prueba y recién ser reconocido por el MINSA, lo que es elemental si se quiere iniciar tratamiento inmediato y garantizar un trato digno. Antes, la importante capacidad instalada de los Hospitales de Solidaridad – con módulos en todas las Limas- no había sido vista como la gran plataforma para montar un sistema de detección. El equipo que Villarán puso en el SISOL se comprometió a potenciar los esfuerzos de detección del MINSA, ayudando a detectar más casos en más lugares, y entre muchos más estratos sociales que los que alcanza a cubrir el MINSA.

TBC
(Foto: El Comercio)

Si bien los Hospitales de Solidaridad están muy identificados con la “obra social” del gobierno del señor Castañeda, es la gestión de Susana Villarán la que será recordada por iniciar la transformación de esta red de consultorios médicos a bajo costo –es eso lo que eran, y nada más- en un componente organizado de los servicios públicos de salud de la ciudad. Esto quiere decir que además de ser baratos, estos consultorios pueden ser la puerta de ingreso a los servicios médicos especializados del sistema público: el paciente puede transitar desde ahí, con sus diagnósticos y exámenes, a centros con mayor capacidad resolutiva o hacia los tratamientos gratuitos disponibles, en caso de ser necesario. Los casos de TBC detectados en el SISOL y derivados al MINSA son una muestra de ello.

Adicionalmente, la gestión de Villarán dispuso que los pacientes que por sus bajos ingresos o condiciones de desprotección familiar así lo requieran, reciban servicios de alimentación complementaria para fortalecer el agotador tratamiento de antibióticos con el que se combate esta enfermedad. Con ello mostró además que es posible articular al SISOL con los programas sociales que maneja la Municipalidad en su jurisdicción, el Cercado de Lima.

Esa «otra forma de gobernar»

Puedo citar otras varias iniciativas municipales que refuerzan mi opción por NO revocar a Villarán y su equipo. Estas no son sólo las que siento más personales, cercanas a mi experiencia familiar; son las que me parece muestran de modo concreto qué implica un buen gobierno para una ciudad difícil como Lima, con problemas de convivencia, con paltas vecinales, con las tensiones que generan las economías informales; también una ciudad con retos enormes en salud pública, con enfermedades que castigan la pobreza o la mala alimentación. Me refiero a gobernar una ciudad más allá de los autos y los grandes negocios, que me parece que es el paradigma instalado y que, sí, con muchas dificultades, esta alcaldesa intenta variar. Voté por ese otro estilo de gobierno que prometió la campaña de la izquierda en Lima (una «Lima para Todos»), y creo que hasta donde han avanzado merecen ser respaldadas.  Estas son las expresiones de gobierno –y no sólo las que se miden en altura, kilometraje o toneladas de cemento- por las que una izquierda moderna debe apostar, las que debe radicalizar y por las que debe marcar NO este 17 de marzo.

Lima: sobredosis de TB

entonces recibía un plátano
y once pastillas de golpe
una anciana hacía la cola
en el puesto de salud
bondadosas moscas se pegotean
animosas
en el envidriado
compartir algo más
que
una descascarada sombra
(tiempos de la tbc/ roxana crisólogo)

Emitido por la Municipalidad de Lima a inicios de la semana pasada, el «Informe Villarán»  concentró gran atención pública por su filón crítico a la gestión de Luis Castañeda.  Pasada un poco la ola, quiero resaltar en particular uno de los anuncios que contenía y que no ha sido suficientemente apreciado. Señalando «las desigualdades y hondos problemas irresueltos» en Lima afirma que:

«Nada muestra mejor este contraste, que en medio del crecimiento económico e inmobiliario, Lima ocupe el primer puesto entre ciudades de América Latina al tener el mayor número de personas con TBC, TBC Resistente y TBC Extremadamente Resistente (laforma virtualmente incurable de TBC): una tasa de 170 por 100,000 habitantes. Noimporta quién sea el responsable de esta situación, esta gestión quiere resolver esteproblema, y para ello, en coordinación con el Ministerio de Salud, estamos iniciando el Plan TBC CERO, que en una primera etapa se aplicará en el Cercado de Lima, La Victoria y El Agustino. Estos tres distritos concentran el 90% de los casos de TBC multidrogoresistente» ( Ver completo el Informe Villarán)

Hoy 24 de marzo es el Día Mundial de lucha contra la tuberculosis, enfermedad cuya  incidencia pone al Perú en el «grupo de la muerte» de América Latina junto a Haití, Bolivia y Guyana. Lima-Callao concentra alrededor del 60% de casos, entre los que destaca la alta concentración de las modalidades resistentes y extremadamente resistentes, que aún no han podido ser controladas. El año pasado compartí aquí un post mostrando mapas de los casos de TB en Lima, para el año 2008.  Esta vez puse los datos en el mapa, para ayudar a hacer más visible la  situación/ubicación de la TB en Lima:

Los datos fueron tomados de Situación de la tuberculosis en el Perú, informe  de 2008 del Dr. César Bonilla, que señala que «El 86 % de todos los casos de TB en Lima Metropolitana se notifican en 18 de sus 43 distritos, los cuales tienen como características: tasa de morbilidad por encima del promedio nacional y alto porcentaje de hacinamiento. El 83 % de los distritos de este grupo reportan casos de TB MDR por encima del promedio de Lima Metropolitana y especialmente están ubicados en 13 distritos: San Juan de Lurigancho, San Martin de Porres, la Victoria, Ate, Lima Cercado, San Juan de Miraflores, Comas, El Agustino, Santa Anita, Villa Maria del Triunfo, Villa El Salvador, Independencia y Los Olivos»

El mapa más actualizado de Lima que encontré en línea corresponde al año 2009 y da cuenta de los casos de TB MDR en tratamiento.

Hoy la Municipalidad de Lima, vía los Hospitales de la Solidaridad realizó pruebas gratuitas y, muy importante, a las personas cuyos resultados sean positivos se les entregará una hoja de referencia para que sean atendidos en los establecimientos de salud del MINSA. Es muy importante que los sistemas de salud -el público, el privado y este «mix» que son los Hospitales de la Solidaridad- conversen. Con las detecciones de TB en el  sistema privado ocurre que no hay forma oficial de  derivar a los pacientes, que tienen que volver a ser testeados y diagnosticados en el sistema público, no importa por cuántos médicos hayan pasado, lo que si bien tarda sólo un par de días más si se hace de inmediato, siempre es costoso emocionalmente (hablo con la experiencia), sobre todo cuando no en todos los centros -públicos o privados- los profesionales han comprendido la necesidad del buen trato y la no discriminación a los pacientes de TB.